Jorge Guelbenzu Lapresta
Director General de Infoempleo
El mundo educativo está en plena transformación. A través de este Informe, realizado por Infoempleo en colaboración con la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), queremos dar a conocer a profesionales y estudiantes del ámbito docente qué cambios se están produciendo y cuáles son los retos sociales y tecnológicos a los que se enfrentarán. También analizamos 10 perfiles que contarán con una importante demanda en el futuro, con la ayuda de expertos que nos dan a conocer de primera mano la actividad que desarrollan y la formación que necesitan para desempeñarla.
Tanto en el mundo educativo como en las empresas y la sociedad en general debemos asumir la revolución que se está produciendo en todo el mundo. Como ha señalado Josep Stiglitz, premio Nobel de Economía, nunca ha tenido tanta importancia el aprendizaje como ahora. Esta situación exige que los futuros docentes tengan que pensar en su carrera profesional y sus opciones de empleo de manera diferente. Ha llegado el momento de reinventarse.
La educación da trabajo a un gran número de personas en nuestro país. Más de 738.000 imparten enseñanzas de régimen general, régimen especial y formación para adultos, y más de 120.000 enseñan e investigan en el ámbito universitario. A estas cifras hay que sumar los profesionales empleados en academias y centros de formación no reglada.
Los años de crisis constituyeron un frenazo al empleo del sector, que hasta ese momento había mantenido una tendencia positiva. Los recortes en efectivos y la falta de oferta pública para cubrir las bajas por jubilación mermaron las oportunidades laborales en este sector. En los últimos tres años esta situación ha ido mejorando y, si se cumplen las previsiones, entre 2017 y 2020 se convocarán hasta 151.227 plazas nuevas de empleo público docente.
Sería injusto no reconocer que el sistema educativo español ha alcanzado metas importantes. Tenemos escolarización universal hasta los dieciséis años. Hay más de nueve millones de alumnos en enseñanzas no universitarias y más de un millón y medio matriculados en Grados, Máster y Doctorados Universitarios. Sin embargo, todavía es necesario adecuar la formación para optimizar la inserción de estos estudiantes en un mundo laboral que cada vez va a exigir mayores cualificaciones y una disposición a seguir aprendiendo toda la vida.
Para cumplir las demandas de esta sociedad que evoluciona tan rápido, la escuela tiene que hacerlo también. Buena parte de los perfiles docentes que más se solicitarán en los próximos años guardan relación con esta necesaria transformación del mundo educativo: profesores bilingües, expertos en nuevas tecnologías y en metodologías educativas innovadoras, especialistas en neuroeducación, orientadores psicopedagógicos, educadores interculturales...
Para dar a conocer qué labor realizan y la formación específica que requiere cada uno de estos perfiles, hemos consultado a profesionales que ya trabajan en estas áreas. También hemos recogido la opinión de profesores, orientadores, asociaciones, representantes educativos y otras entidades, que nos han ayudado a entender desde diversas perspectivas cómo tendría que ser el mundo educativo para preparar a profesionales capaces de hacer frente a los retos laborales que tendremos que superar en los próximos años.
Elena Martínez-Carro
Decana de la Facultad de Educación. UNIR
La educación de los niños y adolescentes es uno de los ejes centrales del desarrollo de un país. El futuro pasa por la formación de las nuevas generaciones promotoras de la innovación y depositarias de nuestras mejores esperanzas.
Las Facultades de Educación somos parte integrante de esta misión y permanecemos atentas a estas necesidades, al tiempo que detectamos los cambios sociales y tratamos de adecuarnos a ellos. La Universidad debe ser la primera interesada en descubrir las demandas de los maestros y profesores que quieren ejercer su profesión de manera óptima y con visión de futuro.
Los niños y adolescentes cambian adaptándose a las mutaciones sociales. El buen maestro busca formas de innovar para conseguir su correcto desarrollo y un aprendizaje más eficaz adecuado a los tiempos. Debemos valorar que la sociedad reclama de los docentes un cambio de actitud, para acomodarse a un mundo versátil, pluricultural, plurilingüista, multirracial y ante todo tecnológico.
La formación del profesorado no es solo una cuestión inicial, de carrera, sino una formación permanente y diversa, como el tiempo en el que se desarrolla. El quehacer educativo abarca muchos aspectos y por lo tanto no se ciñe a cursar un grado, con mayor o menor carga pedagógica, sino que requiere un tratamiento continuado a lo largo de la vida profesional.
La mayoría de los docentes se inician en el mundo educativo con las carreras habilitantes como los Grados de Infantil y Primaria, o el Máster de Secundaria. En estos estudios se observan las cuestiones básicas para el ejercicio de la profesión y se abren amplios horizontes desde los elementos curriculares. Llegar a la práctica educativa después de esta formación es un reto profesional de gran valor. Pero es fácil observar cómo al finalizarlos es indispensable una formación más específica para entender y tratar otros aspectos del ámbito educativo. El desarrollo neurológico del niño, y sus bases para el aprendizaje, la atención a las necesidades educativas especiales, así como la diversidad del alumnado, requieren profundizar en aspectos que no se trabajaron en las carreras primigenias.
Se pide de nosotros una actitud abierta y positiva ante los nuevos problemas, y la dinámica en el aula, que sepa responder a los retos actuales con metodologías y didácticas innovadoras. Esta actitud hará que la formación sea -en nuestra profesión- permanente y necesaria. La actitud de quien reflexiona en su quehacer educativo, y parte de ahí para optimizar su ejercicio docente.
Si en ninguna profesión existen panaceas, menos en educación, donde cada niño tiene una individualidad única. La formación permanente en nuestra profesión es el inicio imprescindible para un aprendizaje en evolución.