Teresa Tomás
CEO de Infoempleo
“En los próximos años tendremos que dar más protagonismo a la industria, la digitalización, la innovación y la sostenibilidad ambiental, si no queremos quedarnos atrás”
Una de las lecciones que hemos aprendido con la crisis provocada por el coronavirus es que necesitamos replantear nuestro sistema productivo. En los próximos años tendremos que dar más protagonismo a la industria, la digitalización, la innovación y la sostenibilidad ambiental, si no queremos quedarnos atrás. Pero esta transición hacia una economía más verde, supondrá también la introducción de numerosos cambios que tendrán una enorme repercusión en el mundo del trabajo, en una escala equivalente a la de una revolución industrial, y nuestro país ya afronta varias dificultades de base, como son la alta tasa de desempleo, y las carencias en investigación e innovación, que tienen un menor peso en nuestro PIB que la media europea.
Al igual que en cualquier otra transformación estructural, en ciertos sectores se crearán empleos, y en otros, se destruirán. Y los empleos que puedan mantenerse, también se modificarán radicalmente. Según los cálculos que ha hecho la Organización Internacional del Trabajo, esta transición a una economía verde tendrá un alto coste en términos laborales, hará que se pierdan aproximadamente seis millones de puestos de trabajo. Pero a la vez, va a permitir la creación de unos 24 millones de nuevos empleos en todo el mundo, en profesiones vinculadas a la sostenibilidad y el medio ambiente. Es decir, por cada empleo que se pierda, se crearán cuatro nuevos.
En su último estudio “The Future of Jobs Report 2020” el Foro Económico Mundial también prevé que, a medio plazo, hasta un 46% de los trabajadores tendrán que cambiar su actividad actual. Y las proyecciones realizadas por la Fundación Ellen MacArthur, el Foro Económico Mundial, la Comisión Europea y la AEMA coinciden en señalar que solo en Europa se pueden llegar entre 700.000 y un millón de nuevos puestos de trabajo relacionados con la economía verde en los próximos diez años. Para ello, ya han puesto en marcha el Pacto Verde Europeo, “The European Green Deal”, que establece una nueva estrategia para transformar la economía de la Unión Europea y hacerla más ecoeficiente. Este movimiento verde se verá impulsado por los fondos de recuperación que ha creado la UE, con el objetivo de sacarnos de la crisis económica provocada por el coronavirus, y transformar nuestro sistema productivo en una economía circular, mucho más respetuosa con el medio ambiente.
Para hacer frente a esta situación, en la próxima década España recibirá (de forma escalonada) hasta 140.000 millones de euros procedentes de los fondos europeos de recuperación “Next Generation EU”. Gran parte de esos fondos se destinarán a la transición ecológica y digital que necesitamos para dar un nuevo impulso a nuestra economía. Una oportunidad que no podemos dejar escapar. El esfuerzo será titánico, y exigirá una gran voluntad por parte de las empresas y de los empleados para adquirir los conocimientos y competencias que exige este cambio de rumbo, pero es el único camino posible si queremos seguir avanzando.
Mostrar cuáles son esas nuevas oportunidades laborales que se están abriendo ante nosotros, y cómo formarse para llegar a ellas, es el principal objetivo de este Informe realizado por Infoempleo en colaboración con la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), en el que profesionales y expertos en sostenibilidad y medio ambiente nos han hablado de algunos de los perfiles y las áreas que más se demandarán en los próximos años.
José María Vázquez
García-Peñuela
Rector de la Universidad Internacional de La Rioja. Catedrático de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad de Almería (en excedencia)
“El cuidado del medioambiente y el aprovechamiento razonable de los recursos de la naturaleza son objetivos que requieren no solo de una necesaria conciencia sobre su necesidad, sino también de una adecuada preparación profesional para hacer frente a las dificultades que comportan”
Los últimos decenios se han caracterizado por una paulatina toma de conciencia de que la actividad económica, por la que nos dotamos de los bienes y servicios propios de una sociedad avanzada, debe realizarse de una manera tal que no comporte daños irreparables al medio natural. La convicción de que todas las personas somos corresponsables, en mayor o menor medida, de la preservación de la naturaleza tiene que ver directamente con el hecho de que el cambio climático es una realidad insoslayable, aunque todavía quepa profundizar en el estudio científico sobre la individuación de sus causas.
En las generaciones más jóvenes la percepción de un riesgo real de pérdidas irreversibles, en lo que se refiere a las especies animales y vegetales, es aun más acuciante que en las generaciones que ahora tienen a su cargo la dirección de la sociedad. De manera que muchos adolescentes y jóvenes toman como un reto con el que comprometerse el de la defensa del medio natural y desean, también, orientar su futuro vida profesional en ese sentido.
Sin embargo, el cuidado del medioambiente y el aprovechamiento razonable de los recursos de la naturaleza son objetivos que requieren no solo de una necesaria conciencia sobre su necesidad, sino también de una adecuada preparación profesional para hacer frente a las dificultades técnicas y de organización social que comportan. Esa conciencia, cada vez más extendida y exigente, junto a la progresiva implantación de políticas medioambientales de compleja articulación y mantenimiento, han dado lugar a que la sostenibilidad y el medioambiente sean ámbitos que postulan profesionales con un alto grado de cualificación.
La determinación de cuáles son esas profesiones que, obviamente, comportan interesantes oportunidades de empleo en la actualidad, es el objeto de este informe fruto de la colaboración entre Infoempleo y la UNIR. Ambas entidades estiman que mediante él prestan un servicio útil, oportuno y eficaz a la sociedad y a aquellas personas que están sopesando la posibilidad de dedicarse profesionalmente a esas interesantes áreas de actividad.
En las páginas que siguen se podrá constatar que, en un futuro, más que próximo, inmediato, por el que empezamos ya a transitar, la llamada economía verde comportará, también, y en buena parte, por las políticas públicas, tanto europeas como nacionales, la creación de un cada vez mayor porcentaje de los nuevos empleos. Un número importante de las personas que en la actualidad están recibiendo formación, dentro de poco tiempo trabajarán en ellos, haciendo que nuestras sociedades sean mejores, más naturales y, en esa misma medida, más humanas.